miércoles, 11 de agosto de 2010

■ Entrevista a Gabriel García Márquez

¿El impacto visual del cine no es mayor que el de la literatura?
         Creía que sí, pero me di cuenta que el cine se limita. Ese alcance visual es una desventaja con respecto a la literatu ra. Es tan inmediato, tan contundente, que es muy difícil que el espectador vaya más allá. En literatura uno puede llegar mucho más lejos y dar al mismo tiempo un impacto visual, auditivo, y de toda índole.

¿No piensas que la novela va a desaparecer?
         Si desaparece es porque desaparecerá quien la escriba. Es difícil imaginar una época de la historia de la humanidad en que se hayan leído tacitas novelas como en esta. Se publican novelas completas en todas las revistas —masculinas y femeni nas—, en los periódicos; y para los niveles casi analfabetos hay las dibujadas que son la apoteosis de la novela

¿Tienes un método para escribir la novela?
         No siempre el mismo, tampoco para buscarla. El hecho de escribirla es lo menos problemático e importante. Es conse guir armarla y tenerla resuelta de acuerdo a como la veo.

¿Podrías discernir si es análisis, experiencia o imaginación lo que determina ese proceso?
         Si tratara de hacer ese análisis creo que perdería mu cha espontaneidad. Cuando quiero escribir algo es porque siento que eso merece ser contado. Más aún, cuando escribo un cuento es porque a mí me gustaría leerlo. Lo que pasa es que me siento a contarme un cuento.
¿Cuál es el punto de partida de las novelas?
         Una imagen que es totalmente visual. Imagino que hay escritores que empiezan con una frase, una idea o un concepto. Yo sólo parto de una imagen. El punto de partida de La hojarasca es un viejo que lleva a su nieto a un entierro; El coronel no tiene quien le escriba, un viejo esperando; el de Cien años, un viejo que lleva a su nieto a un circo para conocer el hielo.

Todas empiezan con un viejo...

¿Cuánto tiempo lleva escribirlos?
         Es más bien rápido. En menos de dos años —que creo es buen tiempo— escribí Cien años de soledad. Antes escribía siempre cansado, en las horas libres que me dejaba otro trabajo. Ahora, ya que no tengo la presión económica y no tengo nada más que hacer que escribir, quiero darme el lujo de hacerlo cuando quiero, por impulsos.

¿Cómo y cuándo determinas el título?
         El libro encuentra su título tarde o temprano. Es algo a a lo que no le doy mucha importancia.

¿De lo que has escrito qué es lo que más prefieres?
         La hojarasca, el primer libro que escribí. Creo que de ahí parte mucho de lo que hice después. Es el más espontáneo, el que está escrito con más dificultades, con menos recursos técnicos. Sabía entonces menos astucias, menos porquerías de escri tor. Es un libro que lo encuentro bastante torpe, bastante inde fenso, pero completamente espontáneo y de una sinceridad tan bruta que ya no la tienen los demás. 

Gabriel Marquez Signature.png
http://www.literatura.us/garciamarquez/guibert.html


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